Láser vaginal y ácido hialurónico contra las secuelas del cáncer femenino. Pero…

Hoy es el día de la mujer y siendo este un perfil que nació  con el propósito de compartir información y experiencias sobre distintos aspectos del cáncer (en concreto de mama) y que nos permite estar conectadas y nutrirnos unas de otras, es para mí casi  una obligación moral  hablaros de esto.

Lo haré  en femenino porque la amplia mayoría sois mujeres, y porque hoy escribo muy especialmente  para vosotras.

Si el cáncer es un tema tabú en esta sociedad, las secuelas que la enfermedad puede tener en el aspecto ginecológico y sexual de la mujer es la madre de los tabúes. La quimioterapia y los tratamientos bloqueadores hormonales que se prescriben  en muchos casos  (durante 5 o 10 años) pueden hacer que tu cuerpo se transforme, que se duerma, y pierdas algunas de las funciones tan importantes y necesarias que tenías. Cuando crees que te mueres, piensas que ser menopáusica no es tan grave, al fin y al cabo la vida es el Valor Supremo sin el cual ningún otro tiene sentido.  Y es cierto, pero llega un momento en que vuelves a pensar más allá y te planteas que tienes derecho a disfrutar de todo lo que la vida esté dispuesta a ofrecerte. PORQUE LO TIENES. Y si hay una parcela, por pequeña que sea, de poder mejorar, debemos conocerla. La información es poder. Sin embargo no siempre nos llueve del cielo sino que hay que permanecer activas, buscando y preguntando para llegar a ella.

Es lo que me ha pasado con esos desconocidos tratamientos que permiten revocar  las  secuelas físicas de la menopausia, de los que ningún médico me habló hasta que no pregunté  expresamente por ellos (gracias al perfil de instagram de @elcrepdemivida).  Supongo que esa omisión responde a que actualmente no están cubiertos por la Seguridad Social y no debe ser fácil informar a la paciente de que hay solución a su problema pero que el hospital no se la puede dar.  Y en realidad, ese es el verdadero problema.

Son dos los tipos de tratamientos que nos permiten  recuperar (diría al 100%) los tejidos y funciones deteriorados por la inducción de una menopausia precoz artificial: láser vaginal  y ácido hialurónico.  El segundo  está cubierto por la seguridad social, el primero (y esencial) todavía no y solo se practica en clínicas privadas ¡y cuesta cerca de 1000 euros! Evidentemente hay muchas mujeres que no pueden permitírselo y es tremendamente injusto que solo la que puede se recupere de esas secuelas tan salvajes que dejan los fármacos contra el cáncer,  y la que no, que se conforme con tener la enfermedad controlada.

Me consta que  el hospital más importante de Murcia tiene formulada la solicitud para que se incluya en la Seguridad Social. ¡Y es que no puede ser de otra manera!  Son tratamientos terapéuticos, funcionales, para mujeres que han pasado un cáncer y todas deberíamos conocer su existencia y tener acceso a ellos si lo deseamos.

No hemos elegido pasar un cáncer, que al menos podamos elegir acabar con sus secuelas.

A mí me ayudó mucho esta información y ahora que estoy conociendo de primera mano sus beneficios, no puedo dejar de compartirla con vosotras.  Bendita información que nos une y nos hace más fuertes.

Si os resulta interesante este tema, preguntadme lo que queráis (por aquí o por mi perfil de instagram @mamalavida)

Además, estoy pensando enviar periódicamente newsletters al correo electrónico con contenido similar a este (para el que las redes sociales se quedan muy cortas). ¿Os apetecería?

FELIZ  DÍA DE LA MUJER, HOY Y SIEMPRE.

¡FELIZ VIDA!

Fertilidad y Cáncer. Parte II

 

(Me encanta esta ilustración de Cecilia Ferreres, a la que he tenido la suerte de descubrir en Instagram 
¡Gracias por cedérmela para el blog!)

Como os prometí la semana pasada, sacaría pronto la segunda parte de “Fertilidad y Cáncer”. ¡Y aquí estoy; lo prometido es deuda!

Terminé la anterior entrada señalando que, a día de hoy, existen dos técnicas posibles de preservación de fertilidad: el recorte de corteza ovárica y la congelación de ovocitos Continuar leyendo «Fertilidad y Cáncer. Parte II»