Primera entrada. Sobre el blog y la importancia de contarlo

Desde el fatal diagnóstico hasta la mejor de las noticias he experimentado todo tipo de sensaciones, pero siempre han tenido un denominador común: la búsqueda del bienestar físico, emocional y mental, y con ella el aprendizaje de saber que la vida no se planea, simplemente se vive, y en nuestra mano está elegir hacerlo con una sonrisa y en buena compañía…¡¡que no es poco!! No siempre es fácil, pero sí es posible. Algunas veces lo haremos de manera espontánea y otras tendremos que colaborar un poquito para conseguirlo. Vamos colaborando y vamos encontrando, y en ese camino se va forjando la herramienta más poderosa: LA MEJOR VERSIÓN DE TI MISMO.

A lo largo de mi proceso oncológico he ido averiguando muchas de esas herramientas. Los médicos harían su trabajo,sí, y yo confiaba en ellos, pero yo también podía hacer mucho por encontrarme mejor y ganar calidad de vida ante ese repentino y brutal asalto a mi persona. Empecé a INFORMARME, A CONOCER, A PONERME EN MARCHA. Cuanto más averiguaba, más conocía y más hacía por mí misma…más segura, feliz, y tranquila me sentía. Es lo que después he sabido que se denomina «empoderamineto del paciente«.

La razón de ser de este blog reside en la necesidad de transmitiros todo lo que he aprendido a raíz de vivir un cáncer con 30 años. Ahora sé que «A.C» (antes del cáncer) no tenía ni la más remota idea de qué era, pues, compartía el muy extendido e inocente pensamiento de «no me va pasar a mí». Lo asociaba a muerte, sufrimiento, caída del pelo y poco más… Estigmas sociales tristemente asentados que en nada ayudan a las personas que padecen esta enfermedad. Por eso, ahora que me he cambiado de bando (no al bueno ni al malo, sino al del saber y conocer) quiero contribuir a combatir esos estigmas con el único arma posible: la información. Información que pretendo sea ante todo ÚTIL. Y es que no me siento solamente combativa ante el estigma, principalmente me siento RESPONSABLE MORALMENTE de contar lo que sé. ¿A quién? Tanto a aquellas personas que, como yo antes de vivirlo, no saben la infinidad de parcelas a las que afecta esta enfermedad y, quizás, les sea útil conocer. Como a aquellas otras que estén atravesando una situación similar a la que yo acabo de vivir, y sigo viviendo, ya que algunas secuelas, tratamientos y revisiones me acompañarán muchos años. Si a alguna persona sirviera de ayuda algo de lo que he aprendido este tiempo, entonces, habrá merecido la pena escribirlo. 

Contaré mi experiencia con el cáncer de mama, mi testimonio personal. No desde una óptica excesivamente clínica o exhaustiva, sino desde un punto de vista práctico y optimista; compartiendo todos los recursos que a mí me ayudaron a sentirme mejor. Y es que, ya fuera por mi edad, por cambios en la alimentación, por el yoga, el ejercicio físico o la inteligencia emocional, por descubrir a dónde ir, dónde encontrar fuentes fiables de información, por los múltiples talleres que hice en la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer), por cuidarme mucho,o, seguramente, ¡por rodearme de gente muy guapa! Por todas estas razones, por alguna de ellas o por ninguna, no lo sé….Lo que sí sé es que he pasado mis tratamientos (quimoterapia, cirugía conservadora y radioterapia) bastante mejor de lo que esperaba. Y eso es algo que necesito compartir. 

Este tiempo he crecido mucho personalmente, he aprendido latín…jeje, pero seguro que puedo seguir aprendiendo muchísimo con todos vosotros. Habrá cosas que yo no haya experimentado, o simplemente que no conocí… Os animo (si os apetece) a compartir también vuestra experiencia y vuestros truquitos, aquello que os ayudó o que os vino fatal hacer. Y así, entre todas, conseguir enriquecernos, ser más sabias y, por ende, más fuertes.

Acompañaré cada post con una frase o pensamiento que nos anime a reflexionar y a ver lo bonito de la vida (que es muuuuyyy linda) y con una canción que nos levante de un bote y nos alegre el espíritu!  La música tiene la capacidad de colarse en un instante en nuestras entrañas y hacernos felices. Es una gran aliada y no podía faltar en este blog.

Siempre desde el más profundo respeto hacia cada una de las historias que crea esta enfermedad, yo os voy a contar la mía.