Sobre mí

Mi nombre es Teresa, soy de Murcia, y tengo 32 años.

Hace un año  me diagnosticaron cáncer de mama. Un año completo de pruebas, quimios, cirugías, radioterapia, inyecciones de defensas, de mil historias….¡y de descubrir y aprender sin parar! Y es que, aunque enferma, había muchos momentos a lo largo del día que me hacían feliz, y quería más, ¡muchos más de esos momentos!

 Quizá valoraba tanto el tiempo porque hacía años que no lo tenía. Venía de preparar unas asfixiantes oposiciones de Derecho que mantenían mi vida en pause, condicionada en todo, aplazada hasta que aprobara definitivamente. Los últimos años malvivía estresada, fundida, pero sin capacidad para salir del bucle. De repente, aquella vida que había sacrificado durante años se plantaba ante mí para que la agarrara, y eso hice ¡ahora sí! COMO A UN CLAVO ARDIENDO. 

Me asusté y tuve miedo, pero tenía un sentimiento mucho mayor: unas ganas poderosas de acabar con el bicho para vivir la vida que quería y merecía, que no era otra que disfrutar cada día. 

Y es que el cáncer me ha quitado algunas cosas, pero también me ha devuelto otras muy importantes: me sentía feliz con el mero hecho de salir a andar al aire libre, de que me diera el sol en la cara, de poder dedicar mi vida a mi gente y a mí misma. 

Fui recuperando ese ansiado tiempo para usarlo como necesitara y sin remordimientos, saboreando cada día con la ilusión de poder hacerlo. Y así renacieron mi optimismo, mi fuerza y mi alegría. Imprescindibles compañeros de viaje.

Sencillamente, me acordé de lo tanto que me gusta vivir. Y me puse en marcha.

Un año después del diagnóstico, estoy curada, llena de vida, y con ganas de comerme el mundo!!